Misión
La Fundación Olivetti cree en el Arte como la expresión más pura del ser humano, y es a través de ella, en donde podemos mostrar una visión más sensible acerca del mundo que nos rodea mediante ideas, emociones, percepciones y sensaciones. El enriquecimiento personal y espiritual que experimentan las personas a través del arte fortalece sus valores éticos y morales que hacen posible la vida en sociedad, y su aprendizaje puede ser el marco perfecto para practicar el respeto mutuo, adquirir hábitos de convivencia y preparar a la persona para su participación responsable como parte de la ciudadanía.
La Fundación Olivetti tiene como objetivo principal desarrollar actividades culturales dirigidas a jóvenes y ayudarlos en su crecimiento artístico, personal y espiritual, fomentando el amor, la justicia, la igualdad, el respeto, el esfuerzo, el estudio, la solidaridad y así ayudar a las comunidades y sus jóvenes que la conforman a través de las Artes.
La Música posee un enorme poder transformador en la vida de las personas, y cuando este poder es experimentado especialmente desde la juventud, desarrolla el intelecto y la sensibilidad a la vida, sembrando así, valores estéticos en el alma y enseña a apreciar lo hermoso, lo noble y lo sensible de lo que lo rodea y de la vida.
Carnival took over the Sala Suggia
"When someone approaches the enormous box of Casa da Música, the work of the Dutch architect Rem Kolhaas, they cannot help but think that they have traveled back in time and that they have been teleported to a futuristic city.
The enormous enclosure houses the entrances to the cyclopean construction, the staircase that leads to the types that confirm that, indeed, we are in Casa da Musica and some soft mounds in the form of ues where the skaters toil in front of the sight of the people who They drink a wine on the -1 floor, waiting to settle into the seats in the room that corresponds to them"...
Carnival took over the Sala Suggia
"When someone approaches the enormous box of Casa da Música, the work of the Dutch architect Rem Kolhaas, they cannot help but think that they have traveled back in time and that they have been teleported to a futuristic city.
The enormous enclosure houses the entrances to the cyclopean construction, the staircase that leads to the types that confirm that, indeed, we are in Casa da Musica and some soft mounds in the form of ues where the skaters toil in front of the sight of the people who They drink a wine on the -1 floor, waiting to settle into the seats in the room that corresponds to them"...